24 de Noviembre de 2009 |
Hace dos días tuve una experiencia fascinante con un agua que descendía del cielo en forma de luz, luz de agua, que me lavo y sano entero...esto es lo que escribí despues de esta fascinante experiencia de luz de agua:
Se abre el cielo
Como el agua fresca
Que desciende vibrando
Como luz de agua
Como felicidad viviente
Desciende el agua fresca
El agua limpia y pura
Agua, energía libre
El cielo abre sus sueños
Que descienden y purifican la tierra
Es agua…pero no es agua
Es la energía del agua
Disuelta en el átomo de luz
Es el líquido del Creador
Descendiendo sobre este planeta
Curándolo y bendiciéndolo
En un aliento Divino y fluido
Solo tengo gratitud
Al universo y su luz de corazón
Corazón de agua limpia
La pureza lo acompaña todo
Gracias Creador por estar con nosotros
Y rociar con tu luz resplandeciente. |
05 de Septiembre de 2009 |
Volviendo de mi viaje con los Maories y Drunvalo en Nueva Zelanda... Aquí estoy con mi amigo Te Porohau, el jefe de la tribu de los Waitaha, los portadores del agua
A lo largo del camino
Cuando las lágrimas marcharon
Quedó un cielo limpio
se escuchó un silencio
Había llovido mucho
El agua había limpiado el camino
Todo relucía
Un nuevo principio
Solo había que comenzar a caminar
Con la mirada limpia
Con el corazón sonriente
Hacia el horizonte
Con las manos abiertas
Con el corazón expuesto
Con la frente radiante
Con la humildad viviente
Del ser que ha sufrido
Que ha despertado de su sueño
Y que ya puede caminar
Con el pecho limpio y abierto
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29 de Agosto de 2009 |
Este arco iris lo vimos desde la cocina en el Marae de los Maoris en Nueva Zelanda
Dentro de los tiempos se abrieron puertas, se asomaron seres nuevos,
que en su sonrisa y ganas de vivir tomaron el espacio.
El tiempo de la tierra siguió andando, en el sigilo, entre los sueños.
Se volvieron a asomar los seres y se contemplaron entre si en el silencio.
El mar continuaba arrojando sus olas y la bruma de la mañana comenzaba a disolverse.
Los seres nuevos desnudos caminaron por la hierba mojada.
Los relojes se habían detenido.
A lo lejos se escuchó un canto, el sonido de la Madre Tierra, llamando a sus hijos.
Los hijos nuevos comenzaron a flotar tres milímetros sobre la hierba.
Cubrieron sus cabezas con cabello, sus cuerpos con ropa y continuaron sus vidas como si fueran los mismos.
Pero ya no lo eran
A medida que suenen las campanas
Se Irán abriendo puertas
Y frescas luces llenas de vida
Entraran en la vida de estos seres
Seres matutinos
De la nueva saga lumínica
Las gentes sentirán el aire fresco
Y vendrán a sentir la pureza
La Madre Tierra sonríe
Observando a sus nuevos hijos
De la luz y la hierba fresca
Kia Ora guerreros del Arco Iris
Ha comenzado un nuevo amanecer
Desde las profundidades de la tierra
Hasta los espejismos del Universo…
Que el Amor os guíe siempre en vuestros pasos siempre
Recibido en la mañana del 26 de Agosto de 2009
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